Boda realizada en Iglesia de la Santísima Trinidad (Castellón) y La Ópera (Benicàssim).

Adrián y Lucía son de esas parejas a las que vés como se complementan uno al otro y sabes de que todo va a salir bien.

Las miradas y gestos entre ellos durante la ceremonia, amenizada por un estupendo coro hicieron que el tiempo nos pasase volando.

Una vez los testigos corroboraron con su firma (con bolis que los novios personalizaron para ellos) el matrimonio, dio paso a lo que todo el mundo esperaba. Un gran beso con el que daría comienzo a la celebración de este día tan especial.

La boda estuvo llena de detalles, tanto por parte de los novios con sus familiares y amigos solteros a los que regalaron una flor hecha por ellos (la próxima vez tendré que adjuntar una tarjeta de visita a esas flores por si precisan de nuestros servicios en un futuro :p ) como de los propios amigos hacia ellos, preparándoles algún que otro discurso y un juego en el que por momentos les faltó un poco de inspiración, pero ese día lo tienen todo perdonado.

Adrián y Lucía tenían preparado un doble baile con el que sorprendieron a todos. Tras el primer baile nupcial, en el que hicieron partícipes a los padrinos, se pusieron la chupa de cuero, gomina en el pelo y lo dieron todo al ritmo de Grease.

A partir de ahí, los invitados se vinieron arriba y ya fue un non stop hasta altas horas de la madrugada.